disciplina-en-positivo

Disciplina positiva: cómo educar en positivo a tu peque

La maternidad y la paternidad no siempre es fácil, y es normal encontrarse en situaciones en que todo te sobrepase. Un bebé que no duerme, un niño que no come, la búsqueda de límites, la época del “No” o peleas entre hermanos pueden ser momentos complicados de llevar.

Tener clara la forma en la que se va a educar al bebé, y hablar en casa sobre la gestión del conflicto nos ayudará a estar más preparados en esas situaciones. 

Nunca debemos olvidar que los gritos y la violencia no son la solución, y que no hay niños ni niñas malos, hay malos comportamientos puntuales.  

La disciplina positiva y la escucha activa pueden ayudar a fomentar una relación positiva con el peque y a que aprenda habilidades tan importantes como la responsabilidad, la cooperación o la autodisciplina.  

¿En qué consiste la disciplina positiva? 

Desde una perspectiva de la educación emocional, usar la disciplina positiva en lugar de centrarse en el castigo o en lo que no se debe hacer, os ayudará a tener una relación saludable con vuestro hijo o hija y a que puedan comprender los comportamientos que esperamos de ellos.

Guiándoles en el proceso de aprendizaje, sin centrarnos en los fallos, y buscando siempre su bienestar.  

Aunque eso no nos puede hacer olvidar la importancia de sentar límites y rutinas, ya que la disciplina positiva va más allá del “decir sí a todo”. Es importante que entiendan y que interioricen los comportamientos desde el diálogo y la comprensión. 

Puede no ser fácil poner en práctica la disciplina positiva en bebés o pensar que no tiene sentido cuando son pequeños, pero hay varias cosas que podemos ir haciendo desde temprana edad.  

  • Usad un lenguaje positivo siempre que sea posible. Por ejemplo, si llora porque no quiere ponerse los zapatos, en vez de decirle que no puede salir a la calle sin zapatos, explicadle que vais a salir y que es importante que para salir a la calle se proteja los pies.  

  • Intentad anticiparos a situaciones que pueden acabar en enfado del bebé, cuidad los horarios de comidas y las horas de sueño.  

  • Tened juguetes y objetos de su interés a mano. Cuando coja algo que no debe, intentad redirigir su atención con una cosa que sí puede hacer en vez de reñirle por lo que ha cogido. Explicadle siempre por qué le quitas algo o no puede cogerlo. “Entiendo que te guste ese palo del suelo, pero está muy sucio, mira, mejor puedes jugar con este juguete que hemos traído”. 

  • Limitad el uso del “no” todo lo posible. Intentad mantener un entorno seguro en el que pueda moverse sin tener que estar avisando continuamente sobre cosas que no puede coger o hacer.  

La disciplina positiva en bebés de 1 año sigue la misma línea, enseñándole a tratar a otros como él desea ser tratado y en explicarle que está bien sentirse disgustado, triste o enfadado en ocasiones, pero que eso no justifica la violencia contra otras personas. 

Establece expectativas claras. Explicadle al bebé claramente lo que se espera de él o de ella. En vez de decirle “Pórtate bien mientras compramos” podéis explicarle “Tenemos que ir a la compra y necesito que te quedes sentado para que lo podamos hacer rápido y venir a jugar” o hasta ofrecerle una tarea con un bolsito de juguete “Tenemos que ir a la compra y quiero que seas el encargado de llevar este bolso para que me ayudes a pagar, pero tienes que quedarte sentado en el cochecito”. 

familia-educando-a-su-hijo-en-positivo

Beneficios de educar en positivo 

La educación en positivo ayuda a fomentar el vínculo afectivo con el resto de personas en la familia, a sentirse atendido y escuchado, cosa que también favorece el concepto que adquiere el bebé de sí mismo y en su autoestima.  

Escucha activa 

La escucha activa está muy ligada a la disciplina positiva, en el ámbito familiar implica el oír atentamente lo que tu peque te tiene que decir, colocándose a su altura si es necesario para poder tener contacto visual directo.  

Ser capaces de comprender su mundo, sus necesidades y empatizar con sus estados emocionales, comprender sus preocupaciones y transmitirles seguridad.  

A medida que tu peque vaya creciendo y vayáis estableciendo un canal de comunicación, irán comprendiendo sus emociones y te las podrán explicar.  

Ayúdale siempre esas primeras veces “Sé que estás enfadando porque querías ese juguete y no lo puedes tener”, “Entiendo que estés triste porque se haya ido mamá o papá a trabajar y quieres estar con él o ella”, “Es normal que estés enfadado porque te estabas divirtiendo y es momento de ir a casa”. Identificar sus emociones les ayudará a validarlas y a saber expresarlas por sí mismos más adelante.