¿Qué debo comer mientras estoy dando el pecho?
Entre las madres que dan pecho a su bebés, ¡esta es una de las preguntas más frecuentes! Y aunque no lo parezca, la respuesta es mucho más sencilla de lo que parece: puedes comer de todo. Eso sí, siempre con moderación y evitando los excesos.
Una dieta saludable y equilibrada
Durante los meses que amamantas a tu pequeño, es normal que te preocupes sobre lo que puedes comer y lo que no para que tu alimentación no afecte a su salud. Pero para tu tranquilidad, no necesitas seguir una dieta especial para que la leche que produzcas sea de calidad. La composición nutricional de tu leche materna viene de forma natural y los alimentos que tú comas no afectan directamente a tu bebé.
Sabemos que quieres que tu hijo esté muy bien alimentado y resulta tentador centrarse en él, dejando tu alimentación en segundo plano. Pero debes ir sacando ratitos para cuidarte, comiendo bien y de forma equilibrada.
Por norma general, si no cuentas con ningún problema de salud ni ninguna intolerancia, una dieta saludable es más que suficiente para cubrir tus necesidades y permitir que tú pequeño héroe crezca sano y fuerte. Eso sí, aunque no necesitas una dieta especial durante la lactancia, es importante que comas de forma equilibrada desde el punto de vista nutricional. ¿Qué alimentos pueden ayudarte? Pues en tu menú diario deben abundar las frutas y verduras, así como cereales integrales, copos de avena o arroz integral. Por ejemplo, puedes tener fruta cortada en el frigorífico para tomar un tentempié rápido entre horas. ¡Será mucho más sencillo que intentar pelar una manzana con una sola mano mientras das el pecho!
Aunque lo más importante es comer de forma sana y equilibrada, los restos de comida y bebida que tu ingieras pueden introducirse en pequeñas dosis en la leche materna.
Por eso, aquí es cuando hacemos hincapié en que algunos alimentos que contienen sustancias que puedan afectar a tu pequeño hay que tomarlos con moderación. Si por ejemplo te encanta el café y lo consumes con frecuencia, restos de cafeína pueden llegar a tu leche materna, por lo que es mejor que reduzcas tu dosis de café diaria mientras le das pecho a tu pequeño.
Un período de lactancia de lo más tranquilo
Aunque te informes y hagas caso de las recomendaciones, durante los meses que estás dándole pecho a tu hijo se pueden dar situaciones que no dependen de ti. Es normal que no puedas controlarlo todo y no debes agobiarte. Los bebés pequeños, a menudo tienen flatulencias o pequeñas molestias en el estómago y puede que te surja la duda de si el motivo es algo que tú has comido. Sin embargo, lo normal una vez más, es que no sea así.
Aquí te dejamos tres puntos que puedes aplicar en tu dieta mientras estás amamantando. Seguro que pueden ayudarte para disfrutar tranquilamente de este periodo tan bonito junto a tu bebé:
A tener en cuenta en tu dieta:
- Cafeína: Muchas madres primerizas esperan ansiosas el momento de poder tomar cafeína de nuevo; sin embargo, la moderación es la clave. Vuelve a introducirlo lentamente en tu sistema porque cada bebé reacciona de manera diferente a este estimulante. Puede darse el caso de que te bebas el límite máximo de 3 tazas de café al día sin notar ningún síntoma o que una sola taza agite a tu pequeño. Como alternativa, puedes probar con el café descafeinado, ¡aunque sea de forma temporal!
- Alergias: También puede darse el caso de que algún alimento que pase a través de tu leche materna cause una reacción alérgica en tu pequeño. Pero hasta que muestre síntomas, no sabras si tu bebé tiene alergias a determinados alimentos, por lo que no debes obsesionarte. Los síntomas pueden aparecer inmediatamente después de terminar la lactancia o hasta pasadas 24 horas. Si notas que tu pequeño comienza con diarrea, irritabilidad, congestión, sibilancias o erupciones cutáneas, como el eccema, acude a tu pediatra y coméntale la situación.
- Agentes saborizantes: Aunque a tu pequeño le guste el sabor que algunos alimentos causan en la leche materna, es posible que el de otros no le guste tanto. Los alimentos muy picantes y los que tienen un sabor fuerte pueden hacer que el estómago de tu bebé se irrite después de comer. Para solucionar el problema de raíz, intenta no consumir este tipo de alimentos durante los meses que des el pecho.
En definitiva, esperamos que después de seguir estos consejos, puedas disfrutar durante el periodo de lactancia de tu pequeño. Es una etapa muy bonita que crea un vínculo muy especial entre madre e hijo, por lo que es importante vivirla al máximo. Si te surge cualquier duda, acude a un profesional y cuéntale tu situación. Puede que te recomienden no consumir un alimento concreto durante un par de semanas y después volver a introducirlo en tu dieta para comprobar si hay alguna reacción en tu bebé.
Ya lo sabes, en esto de la maternidad, ¡todo es ir probando!