Las bondades de la lactancia materna

10 mitos y mentiras sobre lactancia materna

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de vida del niño y continuar con el amamantamiento junto con otros alimentos que complementen la alimentación hasta los 2 años o más, mientras madre e hijo lo deseen.

Si hay algo sobre lo que una madre va a escuchar opiniones, recomendaciones, mitos y toda clase de informaciones, a veces incluso contradictorias, es sobre la alimentación que elija para su bebé. Ya sea lactancia materna, artificial o mixta.  

Se opte por el tipo de lactancia que se opte, la decisión es de cada madre, que tendrá en cuenta su bienestar y el de su bebé, tomando sin duda la mejor opción -sea la que sea- para su criatura.  

Existe mucha desinformación, por creencias populares, cambios en las recomendaciones de los pediatras con la aparición de nuevos estudios, ideas preconcebidas y mitos que se han repetido durante generaciones sobre la lactancia.  

La mejor opción es siempre informarse en fuentes fiables, o acudir a una matrona o asesora de lactancia o pediatra si se opta por la lactancia materna o si aparecen dudas o problemas cuando una madre decide amamantar a su bebé.

Os queremos ayudar comentando algunos de los mitos y mentiras sobre la lactancia materna que probablemente más vais a escuchar.  

Hay que beber mucho líquido y comer más cantidad de lo normal porque si no, no puedes producir leche. 

Falso: La dieta en la lactancia es muy importante, y debes ingerir mucha más cantidad. No, no tienes que comer por dos en el período de lactancia. Tu dieta debe ser variada, equilibrada y sobre las 1800 calorías. No por comer más cantidad o beber más líquidos se va a producir más leche. Sin embargo, las necesidades durante la lactancia sí que son mayores que en el resto de la población en algunos nutrientes.  

Hay que dejar tres horas mínimo entre tomas.  

Falso: La lactancia materna tiene que ser a demanda y sin horario fijo, permitiendo que el bebé estimule el pecho según sus necesidades en cada etapa.  

Puede haber etapas que pasen horas entre tomas y otras que tengamos la sensación de que el bebé esté siempre en el pecho. Gracias a eso, se producirá la leche necesaria. Hay que tener en cuenta que los momentos de más demanda pueden también ser debidos a “brotes de crecimiento” en los que el bebé está preparando el pecho para una subida de la producción. 

Con el pecho pequeño es más difícil tener leche. 

Falso: El tamaño del pecho está determinado por la cantidad de tejido graso, y este no influye en su capacidad para producir leche.  

La leche se produce en las glándulas mamarias y se desplaza a través de tubos en los senos hasta el pezón, tanto las glándulas como los conductos son independientes al tamaño de los pechos.  

Dar el pecho al principio siempre duele. 

Falso: La lactancia materna no tiene por qué ser molesta ni dolorosa, y si hay algún problema como grietas, molestias o dolor, hay que buscar ayuda porque puede ser debido a un problema de agarre o incluso frenillo en la lengua del bebé. Dar el pecho puede ser doloroso al principio,  ya que el pezón debe acostumbrarse a ser succionado. Además, la inexperiencia en el agarre del bebé también puede crear ciertas dolencias. Conocer la forma en la que el bebé tiene que agarrarse – con la boca abierto, los labios evertidos, sobre todo el inferior que se dobla hacia abajo, la lengua por debajo del pezón y la nariz y barbilla tomando el pecho- nos ayudará a saber que la postura es correcta.  

Si con el sacaleches no puedes extraer es porque tienes poca leche. 

Falso: La succión que el bebé realiza en el pecho es muy diferente a la que se hace por medios mecánicos con extractores de leche. Puede que no consigamos sacar leche con un sacaleches, pero eso no tiene nada que ver con la que el bebé es capaz de hacernos producir.  

El sacaleches,   fácilmente podrá sacar la leche que haya en un pecho, pero  puede que sea necesario una ayuda para que se produzca ese reflejo de eyección en los pechos para estimular las terminaciones nerviosas del pezón y la areola. Masajear el pecho antes de la extracción, incluso extraer de un pecho mientras el bebé mama en el otro puede ayudar, así como revisar que el tamaño de la copa usada y la potencia son las correctas.  

El bebé siempre es capaz de conseguir esa producción fácilmente con su succión. 

Después de un año la leche ya no alimenta. 

Falso: La leche materna, que va variando su composición, es el alimento idea para el bebé en cada etapa de su desarrollo. La AEP recomienda la lactancia materna exclusiva los 6 primeros meses y continuar amamantando por lo menos hasta los 2 años -o hasta que la madre o el bebé quieran más allá de eso- junto a la alimentación complementaria.  

La leche, que después del año se adapta a las necesidades calóricas del bebé, es además una gran fuente de defensas, nutrientes y vitaminas. 

Si tomo bebidas con gas le puedo pasar los gases al bebé.  

Falso: Ningún alimento produce gases o cólicos al bebé. Todo y que si es cierto que algunos alimentos pueden variar ligeramente el sabor de la leche. Esto también es positivo, ya que les va a ayudar a la introducción de esos sabores más adelante cuando llegue el momento de la alimentación complementaria.  

Si la leche sale aguada es que es de poca calidad. 

Falso: La composición de la leche es siempre la óptima. Es normal ver que la primera leche que sale del pecho es más líquida, y que va espesando a medida que se vacía el pecho, o que es diferente en varios momentos de la toma. La leche que produce la madre se adapta a las necesidades del bebé en todo momento y contiene todo lo necesario para su alimentación en cada etapa de su desarrollo. 

Hay que ofrecer los dos pechos en cada toma. 

Falso: Es importante que el bebé vacíe el pecho completamente porque la composición de la leche varía del principio al final de la toma, y es al final cuando sale la leche más rica en grasas.  

Los bebés pueden tomar únicamente un pecho e ir alternando entre uno y otro en cada toma.  

Hasta que no suba la leche, el pecho no alimenta.  

Falso: Mientras llega la subida de la leche nuestro bebé tiene suficiente con el calostro que segregamos. La composición del calostro tiene un alto contenido en proteínas y factores de defensa y es alimento ideal para un recién nacido.