Cómo coger al recién nacido
En tus brazos
Cómo coger al recién nacido
Con cariño, firmeza y sin miedo. Así debes sujetar a tu bebé, procurando siempre que en tus manos encuentre el mejor cobijo.
El mayor cuidado debes concentrarlo en su cabecita, al no tener desarrollado el tono muscular del cuello, no es capaz de sujetarla por sí solo.
Por lo demás, no tienes nada más que seguir estos consejos para que ambos disfrutéis de ese contacto tan necesario.
Algunos consejos
- Lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que tienes las manos calientes, pues si estaba calentito entre las sábanas de su cuna y le coges con las manos frías, puede protestar.
- Antes de cogerle, tienes que pasar una mano por debajo de su cabecita. Abre bien los dedos para tener más control sobre ella y así evitar que esta pudiera moverse bruscamente por su falta de tono muscular en el cuello. Coloca la otra mano bajo sus nalgas y levántale lentamente para que no le dé vértigo.
- Acompaña el movimiento con palabras de cariño o susúrrale una nana.
- Si le notas nervioso por el cambio de postura, puedes acercarle a tu pecho, ya que los latidos de tu corazón le tranquilizarán.
- Cuando vayas a acostarle, haz la operación al revés: mantén tu mano en su cabeza, déjalo con suavidad en la cuna y cúbrele con la sábana hasta la altura del pecho, nunca más allá.
- Si quieres tenerle en brazos boca arriba, deja que su cabeza repose en el pliegue de tu codo, y pasa la otra mano por debajo de su culete. Si es muy pequeñín, la segunda mano te sobrará y podrás aprovecharla para acariciarle, darle el chupete, colocarle la ropa…
- Si por el contrario le gusta estar boca abajo, pon su mejilla en tu antebrazo y coloca dos manos bajo su cuerpo, abarcando su tripita con una de ellas. Pronto te darás cuenta de que esta postura es muy útil cuando tu bebé está inquieto por gases, ya que el masaje que puedas darle en la zona le ayudará a expulsarlos.