Obesidad infantil
¿Qué es la obesidad infantil? La obesidad infantil es una enfermedad que puede llegar a ser crónica, es compleja y depende de varios factores, que pueden ser genéticos, biológicos, socioeconómicos, de conducta o incluso ambientales.
La obesidad es un problema de salud pública que produce un impacto negativo en la salud, tanto en la infancia como en la etapa adulta, siendo un factor de riesgo para ser un adulto con obesidad.
La obesidad es un problema de salud pública que produce un impacto negativo en la salud, tanto en la infancia como en la etapa adulta, siendo un factor de riesgo para ser un adulto con obesidad.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha crecido de forma sostenida en las cuatro últimas décadas. Cuatro de cada diez escolares de 6 a 9 años tiene exceso de peso. En el estudio ALADINO realizado por el Ministerio de Consumo, se ha analizado la edad, sexo, situación ponderal de los escolares según el nivel socioeconómico, la actividad física y los hábitos alimentarios. Este estudio realizado en el año 2019 muestra que la prevalencia de sobrepeso es del 23,3% y de obesidad del 17,3%, en la población infantil de 6 a 9 años. Diferenciando por sexos, se ha visto que la prevalencia de sobrepeso es superior en niñas, mientras que la prevalencia de obesidad y obesidad severa es superior en niños.
La prevención desde el ámbito doméstico, la identificación desde el ámbito de atención primaria de la población de riesgo, la divulgación de estilos de vida y hábitos saludables y la actuación de las empresas del sector alimentario para promover la producción y distribución de productos que contribuyan a una alimentación más sana y equilibrada, son factores clave que pueden ayudar a reducirla.
Si te preocupa el peso de tu bebé consulta al profesional de la salud en las revisiones pediátricas, ya que es durante estas visitas cuando se realizará la tabla de crecimiento, de altura y peso y posteriormente se podrá calcular el índice de masa corporal (IMC) de tu bebé.
No se recomiendan restricciones calóricas para bebés de 2 años o menos, ya que a esa edad los bebés necesitan un alto aporte en grasa para fomentar el crecimiento durante la infancia.
¿Cómo se calcula el sobrepeso en un bebé o la obesidad infantil?
Será el profesional de la salud el que lleve el control de crecimiento de tu peque quien podrá detectar precozmente el sobrepeso y aconsejar sobre cambio de hábitos.
Durante la lactancia su profesional de la salud trazará el crecimiento en tablas que muestran la relación peso-talla, y con esos valores podrá calcular un índice de masa corporal.
Se considera que un bebé que tiene una relación peso-talla superior al percentil 98 tiene un peso alto para su talla. Los percentiles comparan el crecimiento de un niño o niña respecto al resto de niños o niñas de su misma edad y sexo. La talla, el peso y el perímetro cefálico son los principales parámetros a tener en cuenta para saber si tu bebé se desarrolla con normalidad. Además, para llevar a cabo este análisis, se utilizan las famosas curvas de crecimiento. En las tablas de curvas de crecimiento, se diferencia la edad del niño o niña y su género, ya que nunca se ha de comparar un niño con una niña en cuanto a su crecimiento.
Recomendaciones para prevenir la obesidad infantil
En el primer año de vida la alimentación es fundamental y tendrá una gran influencia en el exceso de peso del bebé durante su infancia y la adolescencia.
Una alimentación equilibrada y unos buenos hábitos alimenticios desde la infancia y, sobre todo el período introducción de nuevos alimentos en la dieta del bebé, son muy importantes a la hora de prevenir la obesidad infantil. Algunas de las pautas que podemos tener en cuenta son:
No queremos acostumbrar al paladar de nuestro bebé a sabores excesivamente dulces, es importante habituar al bebé a sabores naturales, evitando la adición de azúcar y sal.
Dar un buen ejemplo desde la familia, comiendo frutas y verduras junto al niño o niña en las comidas familiares.
Realizar diariamente actividad física y no sedentaria; puede ser muy gratificante dar paseos con el bebé, y beneficioso para toda la familia tener actividad física regular.
Tomar los momentos de comidas como un tiempo sin distracciones ni enfados. Puede ser a veces frustrante ver que tu peque no quiere comer o probar nuevos alimentos, pero la paciencia, una actitud positiva y la repetición nos van a ayudar a poco a poco crear una buena relación con la comida y a conseguir introducir diferentes alimentos y texturas.
Es muy importante el no usar la comida como recompensa, no debemos usar dulces para premiar un buen comportamiento ni ofrecer un postre calórico si se termina la comida. Estas no son una buena opción a la larga y pueden ser el primer paso a adquirir una mala relación con la comida.
Que tu bebé duerma lo suficiente. Algunos estudios relacionan el dormir poco con el riesgo de obesidad. La privación de sueño puede también causar desequilibrios que lleven a un aumento del apetito.
Alimentos que debemos evitar darle a un bebé
En cuanto al consumo de azúcar la OMS y la AEP recomienda dar a nuestro peque una dieta saludable, equilibrada en la que se incluyan todos los grupos de alimentos, y evitando añadir azúcar y sal, teniendo siempre presentes las recomendaciones anteriormente citadas.