Peleas entre hermanos
Aprende a evitarlas
Consejos
‘Ha sido él’, ‘Es tonto’, ‘Ella me ha pegado antes’… Si vuestros pequeños están siempre en pie de guerra, deberás actuar a tiempo para que su relación no se deteriore y sus riñas sean simplemente “cosas de hermanos”.
A medida que tus hijos vayan creciendo y puedan jugar juntos, las peleas se volverán frecuentes, así como las acusaciones mutuas y también los ratos de complicidad en que tus hijos se organizan para jugar juntos, para salir de un lío con vosotros o para conseguir una meta. Todas estas cosas forman parte de la relación entre hermanos. Pero si la rivalidad o la envidia son continuas y se llevan mal entre ellos, cabe pensar que algo puede estar fallando. Para evitarlo tened en cuenta estas normas:
- No hagáis comparaciones; cada uno es único y tiene sus propios defectos y cualidades.
- No utilicéis al mayor permanentemente como niñera del pequeño ni le hagáis responsable de los errores de su hermano. Tampoco exijáis al pequeño que obedezca siempre las órdenes del mayor.
- Admirad sus logros por el esfuerzo que han puesto para llegar a ellos, no por lo alto que lleguen; así el menos inteligente no saldrá perdiendo.
- Enseñadles a compartir, pero también a respetar la propiedad privada del otro.
- Dejad que resuelvan sus diferencias entre ellos siempre y cuando no se llegue a la violencia o uno coaccione al otro.
- Mostradles que cuando colaboran, consiguen más beneficios que cuando compiten.
- Dedicadles tiempo en exclusiva a cada uno.
- Haced actividades familiares como salir al campo, ir al teatro…