Viajar en avión con un bebé: lo que debes saber
El momento de viajar en avión con un bebé es algo que suele poner nerviosos a muchos papás y mamás, y que hace que surjan una infinidad de dudas. Sin embargo, con la preparación previa adecuada, conseguiremos una mejor experiencia, tanto para los padres como para el niño.
Preguntas frecuentes sobre viajar en avión con un bebé
¿Con cuántos meses puede viajar un bebé en avión?
No se recomienda que los bebés recién nacidos viajen en avión si no es estrictamente necesarios. Este tipo de viajes aumentan el riesgo de que los recién nacidos cojan alguna enfermedad infecciosa. Además, aquellos bebés prematuros con enfermedades crónicas del corazón o de los pulmones, pueden sufrir problemas debido al cambio de nivel de oxígeno del aire de la cabina.
Por todo ello, lo recomendable es esperar a que el peque cumpla una semana para un viaje corto y hasta un mes para hacer un viaje largo en avión con él o ella.
¿Cómo afecta volar en avión al bebé?
Tu peque puede sufrir molestias en los oídos debido a los cambios de presión, igual que le sucede a los adultos. Sin embargo, la tropa de Eustaquio de los bebés es más estrecha, lo que hace que se pueda taponar con más facilidad. Para evitar estas molestias, es importante que el bebé succione durante el despegue y el aterrizaje. Puedes darle el pecho o el biberón.
¿Dónde se tiene que sentar mi bebé?
Los peques menores de dos años no pagan billete de avión, por lo que no tienen derecho a un asiento. Sin embargo, sí que pagan seguros de viajes y tienen su propia tarjeta de embarque. El bebé debe viajar en las piernas de un adulto con un cinturón de seguridad especial que se engancha al del padre o madre. Una vez cumplidos los 2 años y hasta los 12, pasará a pagar una tarifa diferencial que varía en función del asiento, y ya tendrá derecho a un asiento propio y a llevar equipaje en bodega.
Es importante verificar que el asiento de seguridad del coche está aprobado para usarse en el avión, puesto que no todos son aptos para usarse en vehículos automotores y en aviones.
¿Puedo llevar la comida de mi bebé en el equipaje de mano?
En nuestro equipaje de mano debemos meter lo fundamental para que el viaje se lleve a cabo sin problemas y para que podamos estar preparados para cualquier imprevisto. Por ello, debemos llevar sus juguetes favoritos, cuentos, agua, algún snack saludable, un par de tarritos, pañales o ropa de cambio, entre otros. ¿Pero qué pasa si necesito llevar la leche para mi peque? ¡Pues absolutamente nada! La normativa de líquidos permite llevar en el equipaje de mano la bebida y comida de nuestro peque, en concreto, se permite llevar leche para bebés, leche en polvo, agua esterilizada y comida. No es necesario que se lleven en una bolsa transparente, pero sí que deben estar preparados para una posible inspección al pasar la seguridad del aeropuerto.
¿Es necesario que mi bebé tenga DNI?
Los bebés pueden viajar por el territorio español sin documentación, aunque algunas compañías sí que piden el Libro de Familia. Para vuelos internacionales, todos los bebés necesitarán presentar un DNI o pasaporte en función de su destino.
5 consejos para viajar en avión con tu bebé
Intenta adaptar el horario del vuelo al horario de tu bebé, respetando sus rutinas de sueño y alimentación para que viaje tranquilo durante el vuelo.
Antes de elegir una siento, deja que el personal de la compañía te asesore y te ayude a escoger un sitio cómodo para que podáis viajar tranquilos.
Vístelo con ropa adecuada que sea cómoda y apta para la temperatura de la cabina. En ocasiones, el aire acondicionado o la calefacción puede hacerles coger un resfriado. Si el vuelo es de noche, que no te dé vergüenza llevarlo en pijama; le ayudará a ir más relajado y a conciliar el sueño.
Lleva siempre un kit con los imprescindibles en tu equipaje de mano, con toallitas, pañales, cambiadores desechables, bolsas para mareos y ropa de cambios. No será necesario incluir un botiquín de primeros auxilios, ya que el personal de cabina ya cuenta con lo necesario para tratar cualquier herida.
Mantén la calma para que tu peque no note tu nerviosismo, sobre todo si va a viajar en tu regazo. Que tu peque te note inquieta puede hacer que se estrese más todavía y lo que podía ser una experiencia grata para los dos, acabe siendo un mal recuerdo.