mi hijo no come bien

Mi hijo no come bien, ¿qué puedo hacer?

Comidas y cenas eternas, apetencia sólo por unos pocos alimentos, rechazo a la novedad… ¿crees que tu hijo no come bien? En el blog de Hero, nos sumergimos en la difícil cuestión de la cantidad sobre la alimentación infantil… ¿cuánto es suficiente?, ¿cómo lograr que obtenga todos los nutrientes necesarios?

Los niños son un torbellino de actividad: son activos y curiosos; corren, saltan, se pelean y, sobre todo, crecen. Sólo esa actividad, natural e involuntaria, consume mucha energía; así que… ¿cuántas calorías necesitan al día? Y, sobre todo, ¿por qué a veces no quieren comer?

Para orientarte un poco al respecto, aquí puedes consultar la tabla de referencia de requerimientos energéticos para niños de la OMS:

Tabla requerimientos energéticos para niños de la OMS

Una cuestión de hábitos

Verduras, hortalizas, pescados, legumbres… es muy frecuente que los niños rechacen de entrada alimentos de estas familias tan nutritivas. ¿El motivo? El sabor puede tener un punto ácido o amargo que les desagrada, la textura les resulta fibrosa y difícil de masticar… y por eso se acomodan con otros platos más fáciles para ellos, como el pollo, el arroz o determinadas frutas.

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No debemos frustrarnos ni preocuparnos por esto, es completamente normal. La solución pasa por ofrecérselos poco a poco en preparaciones diversas, seducirlos con platos atractivos y, sobre todo, evitar presionarles para que no los terminen aborreciendo.

Por otra parte, cada vez son más frecuentes casos en los que la ingesta calórica del niño es suficiente, incluso excesiva, pero pobre desde el punto de vista nutricional por déficit de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales. Esto puede pasar, por ejemplo, si abusamos de ciertos alimentos procesados.

Para evitarlo, es esencial que tu hijo se familiarice desde bien pequeño con los alimentos básicos de una dieta equilibrada: frutas y verduras (¡5 al día!), pescado fresco, cereales, lácteos, legumbres, carne… introduciendo cada uno a su debido tiempo y en las proporciones debidas conforme a las indicaciones del pediatra.

¿Y si no quiere comer?

Un niño puede no tener apetito por diversas razones que debemos aprender a identificar:

  • Si un día no tiene más hambre, no hay que insistirle por mucho que creamos que ha comido poco. Respeta su mecanismo de saciedad y sus ritmos… ¿a que tú no tienes el mismo apetito todos los días y a la misma hora?
  • Un motivo clásico: la comida no le gusta. Como sabes, las verduras y el pescado tienen todas las de perder frente a la pasta y los filetes empanados. Evitar dietas monótonas es una misión complicada para la cual tu principal arma es la paciencia. Busca inspiración en la red (hay infinidad de recetas) para preparar platos sorpresa que incluyan estos alimentos y les entusiasmen.
  • También puede estar inapetente porque se encuentre mal, le duela la cabeza, la barriga, tenga unas décimas de fiebre, haya visitado al dentista y no pueda masticar normalmente, etc. En estos casos procederemos según los síntomas y tras consultar, si es necesario, a tu médico.

Es muy lento comiendo, ¿es un problema?

Como norma, los expertos nos recomiendan comer despacio, masticando bien y saboreando los alimentos para garantizarnos disfrutar de una comida equilibrada y una buena digestión.

No obstante, si tu hijo acostumbra demasiado a eternizarse delante del plato, tienes un pequeño problema por resolver. Intenta establecer unos plazos razonables para cada comida y, pasado ese tiempo, retírale el plato y procura que no coma nada hasta la próxima comida. Sé paciente y verás como se habitúa a los horarios que le marques.

¿Y si hace mucho deporte?

Si tu hijo, además del cole, los recreos y las clases de educación física, realiza alguna actividad deportiva extraescolar (natación, fútbol, baile…) necesitará un plus de energía para afrontarlas con garantías. Una buena merienda es cita obligada (fruta + bocadillo con jamón, tomate y queso); así como una correcta hidratación, ¡la clave para un óptimo rendimiento!

¡Un plus de nutrientes!

Como hemos visto, se nos pueden presentar numerosas circunstancias en las que nuestro hijo no quiera (o no pueda) comer correctamente o bien necesite un extra para rendir más en el deporte o el cole. En estos casos puede resultar muy conveniente emplear alimentos que complementen su dieta y aseguren que no tenga carencias en nutrientes tan importantes como fibraminerales (hierro, yodo, calcio, fósforo…), vitaminas (como la D, imprescindible para el crecimiento y el desarrollo óseo), proteínas, y otras sustancias que quizá te suenen menos -como el DHA o los prebióticos y probióticos– que también son fundamentales para un desarrollo óptimo del niño.

¿Conoces Hero Pedialac Plus?

Hero Pedialac Plus complementa la dieta del niño aportando parte de los nutrientes que necesita al día. También aporta otros nutrientes no presentes habitualmente en los alimentos de la dieta del niño que no come bien, como DHA, fibra y una combinación de pre y probióticos que influye de manera positiva en el sistema inmune del niño.

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Algunos consejos finales para que coma bien…

  • La hora de comer no es momento para el estrés ni las trifulcas, sino para la reunión familiar y la celebración de la comida.
  • Procura que, además de comer con todos, coma lo mismo que todos. ¡Nada de menús especiales porque sí!
  • No le ofrezcas regalos a cambio de que coma, es contraproducente.
  • Concédele cierta “autonomía” en la mesa: sus cubiertos, su vaso, sus platos… todo a su medida.
  • Evita la televisión y otras distracciones tecnológicas, piensa que la hora de comer es el mejor momento para ponernos al día: ¿qué has hecho hoy en el cole?
  • Mientras se acostumbra a los nuevos hábitos, prueba con una ayuda nutricional como Hero Pedialac Plus.
  • Y, por supuesto, predica con el ejemplo: lo que tu hijo te vea comer será lo que asuma como normal. ¡No le puedes exigir que coma más sano que tú!