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Insomnio en el embarazo: cómo superarlo

¿Estás embarazada y te cuesta conciliar el sueño cada vez que te vas a dormir? ¿Das una y mil vueltas en la cama sin lograr dormir? La mayoría de las embarazadas presenta alguna alteración en el patrón del sueño durante esta etapa, especialmente al final de la gestación. Quizás la presión del útero sobre la vejiga haga que te tengas que levantar para ir al baño cada dos por tres, tu bebé cada vez más grande que no para de moverse o la acidez de estómago no te dejan dormir.

Pueden ser mil y una razones, pero primero has de tener claro qué significa realmente insomnio, ya que literalmente ‘insomnio’ (del latín ‘insomnium’) es “falta de sueño a la hora de dormir” y no es lo mismo que ‘dormir mal’. Independientemente de no saber si tienes o no insomnio en el embarazo, lo mejor es que acudas a un especialista para que te haga una evaluación y un diagnóstico. Pero mientras, puedes tomar nota de nuestros consejos para combatir la falta de sueño durante esta etapa

¿Cómo saber si padeces insomnio durante el embarazo?

No es fácil establecer una definición única del insomnio, ya que su naturaleza es compleja y además existen varios tipos de insomnio. Puede que, de todos los síntomas que te detallamos a continuación, presentes sólo algunos y necesariamente no sea insomnio lo que padeces. Asimismo, la Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Insomnio en Atención Primaria afirma que no debería confundirse insomnio con la privación o falta de sueño voluntaria o impuesta, ni con la “queja de dormir mal” en la que no existe una repercusión en el funcionamiento al día siguiente.  

En cualquier caso, esta Guía define el insomnio como “un estado de hiperalerta o trastorno de la vigilancia que dura las 24 horas del día, por lo que es característica la dificultad para dormir también durante el día”. Es cierto que durante el embarazo, podemos experimentar cierta preocupación o ansiedad ante ciertos acontecimientos hasta ahora desconocidos como los cambios en nuestro cuerpo (con la aparición del insomnio en las primeras semanas del embarazo) o más adelante, cómo afrontaremos el día del parto, y es normal que las dificultades para conciliar el sueño se presenten en cualquier trimestre del embarazo. Sin embargo, esto no implica que padezcas insomnio. 

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Principales síntomas del insomnio

En cualquier caso, para que puedas identificar claramente cuál es tu caso particular, las características o síntomas más frecuentes de este trastorno durante la noche que describe esta Guía, son: 

  • Dificultades para conciliar el sueño.  

  • Dificultades para mantener el sueño: puedes tener despertares o dificultades para volver a dormirte.   

  • Despertar final adelantado, con incapacidad para volver a dormirte una vez te has despertado.  

  • Sueño no reparador. 

Y durante el día, las manifestaciones más habituales: 

  • Fatiga. 

  • Síntomas de ansiedad y depresión.  

  • Disforia, desarreglo de las emociones. 

  • Déficits leves de atención y/o concentración.  

  • Excesiva somnolencia, déficits de memoria y en funciones ejecutivas, aunque estas son menos frecuentes. 

Cuando creas que cumples con la mayoría de estas características, es fundamental que acudas a un especialista para que conozca tu caso particular y aborde de forma apropiada un tratamiento personalizado para tu estado.  

¿Qué causa el insomnio en el embarazo?

Durante la gestación pueden ser muchas y muy variadas las causas por las que el insomnio puede aparecer. Te explicamos algunas de las más comunes por las que no puedes dormir, te puedes despertar varias veces durante la noche, te cuesta mucho conciliar el sueño o te despiertas antes de la hora prevista: 

El ardor de estómago o reflujo gastroesofágico. Esta sensación tan molesta y desagradable se produce por las hormonas del embarazo, así como el poco espacio que le va quedando al estómago, que ralentizan el proceso de la digestión y lo hacen más largo y pesado. Puedes intentar paliarlo evitando las comidas demasiado copiosas, grasientas o muy condimentadas, cenar pronto (al menos dos horas antes de acostarte) o acostarte con el tronco algo elevado.  

Los movimientos de tu bebé. Y es que en las últimas semanas del embarazo, las pataditas de tu peque, al ser cada vez más grande y tener más fuerza, ya no resultan tan encantadoras y puede que te hagan daño en las costillas, así como provocar incomodidad a la hora de buscar una postura cómoda en la cama.  

Las náuseas y vómitos. Mucho más frecuentes al principio del embarazo, a algunas mujeres les afecta incluso durante la noche, complicando así el sueño. Evita alimentos que te provocan las náuseas, cena poca cantidad o recurre a algunos medicamentos específicos recetados por tu médico o profesional sanitario.  

El aumento de la frecuencia urinaria. Al aumentar los líquidos dentro de tu cuerpo, así como el volumen de tu útero, estos comprimen la vejiga, provocando las ganas frecuentes de orinar. Aunque debes seguir bebiendo bastante agua para mantenerte hidratada, intenta no beber demasiado antes de acostarte.  

Los dolores de espalda. Junto con otras molestias de tipo muscular por el aumento del útero, como pinchazos o los calambres en pies y piernas, influyen a la hora de coger el sueño. 

5 tips para combatir el insomnio

Como te decimos, es importante que acudas a un especialista para que evalúe tu caso personal, pero sobre todo, no te automediques ni tomes cualquier cosa que supuestamente sea para ayudarte a dormir. Según la guía anteriormente mencionada, de manera general las intervenciones terapéuticas se deben abordar desde un enfoque integral, incluyendo educación para la salud (para corregir aquellas ideas erróneas que se tengan sobre el ciclo del sueño), medidas de higiene del sueño (para proporcionar aquellos hábitos de conducta que faciliten el sueño), intervenciones psicológicas (terapias psicológicas para mejorar el tratamiento), intervenciones farmacológicas (como medida coadyuvante dentro del tratamiento integral) y otros tratamientos (terapias o tratamientos alternativos como la melatonina o la acupuntura).  

Sin embargo, la toma de medicamentos durante esta etapa debe estar muy controlada y la inmensa mayoría de los fármacos están contraindicados en embarazadas, quedando reservados para casos graves.

No obstante, desde aquí podemos facilitarte algunos consejos sobre higiene del sueño que podrían ayudarte a descansar mejor: 

  1. Intenta mantener un horario fijo para acostarte y levantarte, sin olvidar los fines de semana y vacaciones. 

  1. Elimina el café y las bebidas con cafeína o teína, así como las bebidas estimulantes o gaseosas y azucaradas.  

  1. Es importante que hagas cenas ligeras y, si puede ser, bebas un vaso de leche templada antes de irte a dormir. 

  1. Intenta hacer ejercicio físico como caminar, ir en bici, ejercicios en el agua y natación, pilates o yoga, pero no hagas ejercicio en las dos horas previas antes de ir a dormir. 

  1. Duerme de costado, sobre el lado izquierdo y con las piernas flexionadas, evitando tumbarte boca arriba durante el tercer trimestre, porque podría ser peligroso para tu bebé.  

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