Dermatitis atópica en bebés: ¿Qué es y cómo tratarla?
Es muy común que nuestro bebé tenga granitos o irritaciones en la piel los primeros días, meses y años de vida, su piel es muy sensible. Ante cualquier duda sobre irritaciones en la piel acude a tu profesional de la salud para que puedan valorar o recomendarte una crema con la que tratarle o si es necesario una visita al dermatólogo/a.
Son varias las causas que pueden hacer que tu bebé presente una reacción en la piel, desde una simple irritación por el pañal (aquí tienes más información sobre la dermatitis de pañal), la consecuencia de una infección vírica que se presente en forma de exantema, una reacción sin importancia o una dermatitis atópica.
Los tratamientos para las diferentes afecciones de la piel son distintos, así que lo mejor es que lo vea siempre un profesional que pueda diagnosticarte qué le ocurre a tu bebé.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Es un proceso inflamatorio de la piel, crónico, que no es contagiosa en ningún caso, y se presenta en brotes localizados en zonas concretas del cuerpo, que provocan una irritación molesta con picor intenso y secan la piel.
El organismo de las personas afectadas reacciona de forma exagerada a estímulos ambientales, lo que provoca que la barrera cutánea no cumpla su función y permite la entrada de alérgenos a través de la piel, el rascado a su vez estimula las células de la epidermis, que pierden agua y adquieren un aspecto seco, activando un ciclo que termina provocando un picor todavía mayor.
Aunque puede afectar a cualquier parte del cuerpo es más común en mejillas, brazos, espalda, abdomen o muslos.
Puede afectar a cualquier edad, pero se estima que la padecen un 20% de niños y niñas, siendo diagnosticada en la mitad de los casos durante el primer año de vida. Es raro que se inicie la enfermedad más allá de los 7 años.
Principales síntomas
La dermatitis atópica en bebés lactantes normalmente empieza como un enrojecimiento en las mejillas, pero puede ir moviéndose por otras partes de la cara, o incluso subir por el cuero cabelludo, es frecuente que se extienda a la frente, pero pocas veces afecta a la nariz o los labios.
En el cuerpo del bebé aparece por la parte del pecho, espalda y en la superficie de las extremidades, mientras que en los niños y niñas de 2 a 12 años es más común en los pliegues de los brazos y piernas, el cuello, los tobillos y las zonas cercanas a la boca y los párpados.
Los síntomas más comunes son:
- Piel reseca y escamosa en las zonas afectadas.
- El bebé estará irritable y quejoso, ya que producen molestias cutáneas.
- Si ya es un niño o niña mayor de dos años se quejará de picor intenso.
- Erupciones visibles y localizadas.
- Tras las erupciones pueden quedar zonas blanquecinas con pérdida de pigmento.
- El rascado frecuente puede producir enrojecimiento, hinchazón, heridas o incluso secreciones o costras.
Causas de la dermatitis atópica
Si hay personas en tu familia con dermatitis atópica tu bebé tiene más posibilidades de sufrirla, ya que el mayor componente es genético y hereditario. Si por ejemplo ambos padres la padecen, las probabilidades de que el bebé las tenga pueden ser hasta del 80%.
La dermatitis atópica en bebés es más común si hay un historial de alergias en la familia, o de otras enfermedades alérgicas en el propio bebé, como rinitis o incluso alergias alimentarias.
También hay más incidencia si vives en la ciudad y tienes un clima seco. Pero las causas son siempre genéticas, de una disfunción de la barrera de la piel o una inflamación persistente en la dermis.
Si tu bebé sufre de piel atópica evita los baños largos y el agua muy caliente, aplícale siempre una crema específica para pieles atópicas para retener la humedad de la piel varias veces al día y en especial tras el baño.
Usa prendas de algodón o lino, corta siempre las etiquetas y evita costuras que puedan rascar la piel. Controla el sudor de tu peque, sin abrigarle en exceso.
Alimentos y dermatitis atópica: ¿tienen relación?
Aproximadamente la mitad de los niños y niñas con dermatitis atópica tienen también alergias alimentarias, principalmente a la leche de vaca, al huevo, al cacahuete y al trigo, pero no hay relación directa de una cosa y de la otra, y no hay alimentos prohibidos ni está indicado el retirar ningún alimento de la dieta de tu bebé si está padeciendo un brote de piel atópica.
Tampoco hay que retirar alimentos para prevenirlos, a no ser que alguna alergia o intolerancia independiente a la dermatitis.
No hay estudios que indiquen que hay alimentos que empeoran la dermatitis atópica.
Tratamiento
Será siempre el profesional de la salud o dermatólogo quien indique el tratamiento. En la mayoría de los casos y en los cuadros más leves será una adecuada hidratación de la piel.
Hay estudios que sugieren que el uso de emolientes y cremas suaves desde el nacimiento puede proteger la piel y evitar una futura disfunción en la barrera de la piel.
En brotes más persistentes pueden recetar corticoides tópicos.
Es muy importante el cuidado y el que el bebé no se rasque ni frote las lesiones, usa tejidos naturales para cubrirlas y evitar así que se toquen cuando el picor es más persistente.