el cambio del pañal

Cambiar el pañal: trucos y otros consejos

Aunque seguramente ya habrás practicado en el hospital donde tuviste a tu bebé, ahora que estáis en casa, puede que te surjan algunas dudas a la hora de cambiar el pañal a un recién nacido, en las que antes quizás no habías reparado. Y créenos, tener un bebé significa que vas a pasar mucho tiempo cambiando pañales, una media de 10-12 pañales al día.

“¿Qué es mejor utilizar, toallitas de bebé o agua y jabón?” “¿Pañales desechables o de tela? ¿Cómo limpio a mi bebé varón?” “¿Y a mi niña?” Al principio, cambiar un pañal a un bebé recién nacido puede parecer complicado, pero solo es necesario un poco de práctica y tener claras algunas cosas antes para conseguir que tu peque esté limpio, seco y su delicada piel no sufra ninguna irritación. ¡Te lo contamos todo! 

Material necesario para cambiar el pañal

Antes de entrar de lleno en la operación ‘cambio de pañal’, necesitas preparar todo para tenerlo a mano cuando cambies a tu peque. Si tienes un mueble cambiador con una colchoneta y espacio para guardar (y tener a mano) todos los útiles necesarios y cosas de tu bebé, mejor que mejor. Necesitarás: 

  • Un pañal. 

  • Sujetadores (si estás usando pañales de tela). 

  • Un recipiente con agua tibia y algodón (para los bebés con piel sensible) o un paño limpio o toallitas de limpieza para bebé. 

  • Crema para la zona del pañal o vaselina (para prevenir y tratar las erupciones, irritaciones o dermatitis). 

  • Un cambiador o un empapador/pañal de tela para colocar debajo del bebé. 

Como te hemos aconsejado, te será todo mucho más fácil si lo tienes todo a mano, para poder maniobrar perfectamente y al mismo tiempo tener bien seguro a tu bebé en todo momento. Porque, algo que debes tener siempre presente es que, no hay que dejar nunca a un bebé sin supervisión, ni siquiera por un segundo. Incluso tu recién nacido podría sorprenderte con su capacidad de rodar.  

¿Cómo limpiar a tu bebé después de cambiar el pañal? 

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Para limpiar a tu peque puedes usar toallitas higiénicas, un paño o un algodón humedecido en agua tibia, pero en cualquier caso, debes limpiar suavemente hacia atrás, nunca de delante hacia atrás, especialmente si tu bebé es una niña, para evitar que las bacterias de las heces entren en contacto con sus genitales, ya que podrían causarle alguna infección en el tracto urinario. Levanta las piernas de tu bebé sujetándolas por los tobillos para que puedas limpiar bien por la parte de debajo y atrás, sin olvidar pasar bien la gasa o algodón por los muslos, entre los pliegues de los mismos y las nalgas. 

Si tu bebé es un varón, para evitar que te orine encima mientras le cambias el pañal, coloca otro pañal sobre su pene, ¿sabías que el contacto con el aire hace orinar a los bebés con frecuencia? Cuando hayas terminado de limpiar bien, seca muy bien la zona con un paño limpio y aplica la crema específica para la zona del pañal, asegurándote de que se absorbe bien en la piel.   

Tipos de pañales

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La mayoría de los padres optan por usar pañales desechables por la comodidad que llevan aparejada, sin embargo, los pañales hechos de tela a la larga salen mucho más económicos y, por otro lado, más ecológicos (aunque existe algo de controversia sobre si esto es así realmente), constituyendo una alternativa muy válida para muchos padres y madres. Sea cual sea vuestra elección, te contamos qué opciones tienes a la hora de abordar el cambio de pañal y qué tener en cuenta en cada caso

Pañales desechables

Además de cómodos porque no se reutilizan y se desechan directamente, son muy fáciles de poner. Solo tienes que abrir el pañal y deslizarlo debajo de tu bebé, mientras le levantas suavemente las piernas y los pies. La parte posterior, la que tiene las tiras adhesivas, debe quedar a la altura del ombligo de tu peque. 

Lleva la parte delantera del pañal hacia arriba, entre las piernas de tu bebé y hacia el ombligo, rodea su cuerpecito con las tiras adhesivas y pégalas bien ajustadas, teniendo cuidado de no pegar las tiras sobre su piel, ya que puede molestarle y hacerle daño. Además, te damos algunos tips más

  • Es necesario que vacíes la basura regularmente (una vez al día) en el caso de que uses pañales desechables, así evitarás mal olor y el crecimiento de las bacterias. 

  • Si ves algunas marcas alrededor de las piernas y la cintura de tu peque, es que el pañal está demasiado ajustado y la próxima vez no debes apretarlo tanto. Si aun así ves que le queda muy apretado, es posible que necesite un pañal más grande. 

  • Cuando aparezca alguna erupción en la piel, en los bordes del pañal, en las piernas y la cintura, no dudes en cambiar de marca de pañal, ya que a veces los bebés se vuelven sensibles a ciertas marcas de pañales. 

  • Si tu bebé es varón, coloca el pene hacia abajo antes de ajustarle el pañal para evitar que la orina se filtre por encima de la cintura. 

  • Si a tu bebé aún no se le ha caído el cordón umbilical, dobla la parte de la cintura del pañal hacia abajo para mantener la zona seca. Cuando se haya caído, es importante que sigas haciendo esto durante unos días para prevenir que toque la zona de la herida y se irrite.  

Pañales de tela 

Disponibles en diversas formas y tamaños, los pañales de tela habitualmente vienen doblados o en cuadrados y es necesario abrocharlos. Sin embargo, los modelos más modernos se pueden encontrar en una forma similar a la de los desechables, aunque los cierres son de velcro o broches a presión. Si te interesa probarlos, en el mercado existen pañales de tela con revestimiento (que implica que algunos de ellos se pueden enjuagar), versiones extra absorbentes para ofrecer una mayor protección durante la noche, así como cubiertas para pañales que ayudan a prevenir las filtraciones. 

Si te has decantado por los pañales de tela tradicionales, puedes colocárselos a tu bebé de diferentes maneras, siendo el pliegue triangular una de las más comunes. ¿Sabes cómo hacerlo? Te lo explicamos: 

  1. Dobla el cuadrado por la mitad para formar un triángulo (si tu bebé es recién nacido, lo puedes doblar una vez más).  

  1. Coloca a tu bebé sobre el pañal levantándole las piernas y los pies y deslizando el pañal debajo del culito. La parte más larga del triángulo debe quedar debajo de la espalda, con la esquina opuesta apuntando hacia los pies. 

  1. Lleva la parte delantera del pañal hacia arriba, entre las piernas de tu bebé y hacia el ombligo. Con uno de los laterales, rodea el cuerpo del peque y cubre la parte central. 

  1. Haz lo mismo con el otro lateral y cubre las dos partes anteriores. Solo te queda sujetar todas las partes con un alfiler con gancho. 

También puedes ponérselo mediante el método del pliegue rectangular, muy similar al de los pañales desechables: 

  1. Dobla el pañal para formar un rectángulo. Quizás puedas añadir una doblez al pañal para que haya más tela cubriendo la parte de mayor humedad (en la parte de delante en los niños y en la parte inferior en las niñas). 

  1. Coloca el pañal debajo de tu bebé, con los lados más largos en la misma dirección que tu bebé. 

  1. Lleva la parte inferior del pañal hacia el ombligo del bebé

  1. Rodea el cuerpo con uno de los laterales y sujétalo con un alfiler con gancho, haciendo lo mismo con el otro lateral. 

¡Ah! Unos consejos extra a tener en cuenta si usas pañales de tela son: 

Si tu bebé está usando los pañales que se tienen que sujetar con un alfiler con gancho, intenta que sean de los grandes, con cabezas de seguridad (ganchos) de plástico. Coloca una mano entre el alfiler y la piel de tu peque, para evitar que se pinche, aunque si no estás muy tranquila/o usando alfileres, puedes usar cinta para pañales.  

Después de usarlos, los pañales húmedos los puedes colocar directamente en un cubo para los pañales, pero los pañales sucios debes vaciarlos primero en el inodoro, algo importante especialmente si tu bebé se alimenta con leche de fórmula o con alimentos sólidos.

También puedes enjuagar los pañales antes de lavarlos, o rociarlos con agua y bicarbonato de sodio para controlar los olores. 

Si los lavas a mano, sepáralos del resto de las prendas para lavar, lávalos en agua caliente y usa un detergente suave e hipoalergénico, si es especialmente recomendado para lavar la ropa de los bebés, mucho mejor. No es conveniente usar suavizantes ni productos antiestáticos porque pueden provocar sarpullidos o irritaciones en la piel sensible de tu peque. Y no olvides lavarte las manos después de cada cambio de pañal. 

Cómo prevenir la dermatitis del pañal

¿Sabes que es normal que los bebés tengan un poco de la llamada “dermatitis del pañal”? Eso sí, vigílalo, porque si la erupción es frecuente, dura más de 2 o 3 días, o ves que no mejora, contacta con tu pediatra o profesional de la salud. Es importante que le informes sobre si ha aparecido fiebre o si la erupción parece causarle dolor, es de color rojo intenso o incluso tiene ampollas. ¿Qué hacer para prevenirla? 

  • Cámbiale los pañales con frecuencia y si es posible, inmediatamente después de que tu bebé haga caca. A la hora de limpiar, hazlo suavemente, sin frotar, para no irritar su piel.  

  • Aplica crema especial (las que tienen óxido de zinc actúan como barrera contra la humedad) en la zona, así prevendrás los sarpullidos y estos mejorarán. 

  • Y si te es posible, deja que tu bebé esté parte del día sin pañal, colocándolo sobre algunos paños.