la introducción de la carne

La introducción de la carne en la dieta de tu bebé

Si os estáis preguntando cuándo introducir la carne para bebés o si son indicados los purés con ternera para bebés, tened siempre en cuenta que la AEP recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma paulatina el resto de los alimentos, manteniendo la lactancia materna a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen, incluyendo la carne.

Será alrededor de los 6 meses cuando el organismo de tu peque tendrá la maduración a nivel neurológico, gastrointestinal, renal e inmune necesario para poder ingerir otros alimentos.  

No olvidemos tampoco que una introducción tardía de la alimentación complementaria puede ocasionar carencias nutricionales, sobre todo de hierro y zinc, un aumento del riesgo de alergias e intolerancias alimentarias, una peor aceptación de nuevas texturas y sabores e incluso una mayor posibilidad de alteración en las habilidades motoras orales.  

Los primeros alimentos que incorporemos a la dieta del bebé pueden ser cereales, fruta, hortalizas, legumbre, huevo, carne, pescado o aceite de oliva, entre otros.  

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Beneficios de la carne para bebés 

La carne, un alimento rico en proteínas y que proporciona una gran cantidad de aminoácidos esenciales que el organismo necesita y que solo puede obtener a través de los alimentos.  

El hierro es un micronutriente que el bebé tiene en depósitos y que la madre le ha pasado durante el embarazo a través del cordón umbilical tras el alumbramiento; esos depósitos van disminuyendo a partir del sexto mes, cuándo puede aumentar el riesgo de anemia ferropénica.  

La carne roja, por ejemplo, en recetas de verduras con ternera para bebés es una fuente principal de hierro con buena biodisponibilidad.  

Cómo ofrecer carne al bebé 

La recomendación de la AEP es la de incluir dos raciones de carne magra, pescado, huevo o legumbres al día.  

Se puede ofrecer carne roja, pollo o pescado en forma de puré, cocinado y desmigado o en pequeños trozos para lactantes más mayores. Es importante ofrecer diariamente alimentos ricos en proteínas, especialmente aquellos ricos en hierro. 

Hay que tener cuidado con pescados de gran tamaño, sobre todo los que son depredadores y de larga vida como el atún, el pez espada, el cazón o la tintorera, ya que pueden contener contaminantes como el metal mercurio, a evitar en embarazadas y bebés.  

¿Qué hacer si el bebé rechaza la carne? 

Estos son algunos consejos sobre cómo ofrecer la alimentación complementaria con un enfoque positivo si tu peque rechaza comer carme, o cualquier otro alimento específico:  

  • Respeta el ritmo de desarrollo de tu bebé, puede que rechace un alimento o una textura, pero eso no quiere decir que ese rechazo sea permanente.  

  • Puede ser necesario presentar un alimento hasta 10-15 ocasiones para conseguir la aceptación.  

  • No marques una cantidad prefijada que el bebé se tenga que comer, unos peques y otros pueden tener diferentes apetencias o incluso tu bebé puede tener más o menos hambre en distintos momentos.  

  • Respeta los signos de hambre y saciedad. Tu peque decidirá siempre cuánto come, y son las mamis y papis quien decide dónde, cuándo y qué hay para comer.  

  • Ofrece las comidas en un lugar tranquilo y sin distracciones (sin televisor, ni móviles o tabletas), lo más indicado es tenerle junto a otros miembros de la familia comiendo juntos.  

  • Ayúdate de las rutinas, con cierta flexibilidad, para que tu bebé se anticipe a que es la hora de comer, desayunar, merendar o cenar. Pueden ser ciertos momentos del día, o usar canciones que le dirigen a empezar el ritual de lavarse las manos, ponerse el babero y sentarse a comer.  

  • Cuida el ambiente emocional de las comidas, disfruta de esos momentos con tu bebé y no uses alimentos como premios o castigos.