Cómo dormir a tu bebé: rutinas de sueño y buenos hábitos
Si ‘cómo dormir a mi bebé’ es una pregunta que te has hecho alguna vez, en el post de hoy te traemos unas rutinas de sueño y buenos hábitos para dormir.
Las horas que duerme, los despertares en medio de la noche, las siestas diurnas, el llanto antes de iniciar el sueño… Muchos son los aspectos que rodean una de las necesidades básicas de tu bebé.
Lo primero que has de tener en cuenta es que hay bebés más dormilones que otros, como los hay que comen o se mueven más que otros: es normal. Partiendo de esta base, lo cierto es que el sueño es, además de una necesidad, un hábito, y por tanto, requiere de algunas rutinas de sueño.
La habitación para dormir a tu bebé
La habitación donde duerme tu bebé es importante y tenemos algunas recomendaciones para hacerla lo más acogedora posible para un sueño reparador.
- El ambiente en el que inicie el sueño tu bebé debe ser tranquilo y oscuro.
- La temperatura de la habitación debe rondar los 17 - 20 ºC.
- En el sueño nocturno, la habitación debe estar a oscuras y en silencio, y en las siestas diurnas tiene que haber algo de luz y no te obsesiones por los ruidos. Es importante que sepa diferenciar entre el día y la noche.
El sueño durante el día
Es normal que los bebés duerman durante todo el día. De hecho, los recién nacidos pueden dormir hasta 17 horas al día. Para que el sueño de la noche sea más fácil, procura que no duerma unas siestas diurnas muy prolongadas o a horas muy tardías.
El llanto antes de dormir a tu bebé
Si llora al acostarle, asegúrate de que no tiene hambre y de que su pañal está sequito. Si todo parece estar bien, acude a su lado y procura tranquilizarlo, con palabras de cariño o cogiéndole para mecerlo.
Recuerda que el llanto es su forma de comunicarse: ¡no es necesariamente señal de hambre! A medida que pasen los meses irás entendiendo qué quiere decir cada llanto.
Cuando lo hayas conseguido y antes de que se quede dormido, déjale suavemente en su cuna para que inicie el sueño en su cuna.
Cómo dormir a tu bebé: las rutinas
Lo primero para fijar rutinas es establecer una hora para acostarle y otra para levantarle. Y procurar no introducir variaciones muy amplias. Además, procura evitar las actividades excitantes antes de meterle en la cuna (por ejemplo, no lo coloques frente a la televisión ni realices juegos que requieran mucha actividad física).
Rutina de baño: ¡tu pequeño lo agradecerá!
Aprovecha ese ratito en la bañera para tranquilizar a tu pequeño antes de la cena y el sueño nocturno. Aunque al principio puede que proteste un poco, una vez coja la rutina y vea cómo os divertís juntos, se convertirá en uno de los mejores momentos del día.
Apuesta por bañar al bebé con productos naturales y que no piquen ni irriten los ojos para darle una experiencia de lo más divertida a tu bebé a la vez que cuidas su piel con productos 100% naturales.
- Busca un champú para limpiar su cabello sin que les pique o reseque los ojos con fórmulas naturales y con un suave perfume natural que hará de tu baño una experiencia sensorial perfecta.
- Utiliza un gel de baño en su rutina de noche que aporte la nutrición y protección necesarias para la piel de tu bebé.
Descubre nuestro post sobre rutina de baño - donde te contamos más detalles y consejos sobre para que la hora del baño vaya sobre ruedas.
Rutina de cena
A la hora de planificar nuestra rutina de cena, no debemos descuidar el “cuándo y qué” darle de cenar a nuestro bebé. Es muy importante que la cena no se consuma a una hora muy tardía de la noche, ya que cuánto más tarde cene el bebé, más le costará dormir bien.
En cuanto a los platos más aptos para la cena, se recomienda apostar por sopas, purés o ensaladas, ligeramente acompañadas por carnes, huevos o pescado, en función de lo que el bebé haya tomado a mediodía.
Lo mejor siempre será incluir en la cena alimentos que no se han consumido a lo largo del día, para completar las comidas del día con la máxima variedad posible de productos. Con todo, es preferible que la cena sea más ligera que la comida del mediodía, para que así el bebé pueda hacer la digestión con menos dificultad y descansar mejor.
Rutina relax de masaje
A mayores del baño y de una rica cena, puedes añadir a tus rutinas un masaje relajante para el bebé. Los masajes son una experiencia sensorial muy especial para los bebés y les ayudan a conciliar el sueño a la vez que se fortalece un vínculo especial con el bebé. Practicar masajes relajantes cada noche puede tener beneficios como ayudar a regular el sistema digestivo, estimular su sistema nervioso y reforzar el sistema inmunológico.
Para darle un masaje relajante a tu bebé deberás empezar colocándolo boca arriba en un lugar cómodo con una temperatura adecuada y tapándolo con una mantita o toalla. Antes de tener contacto físico con él, es recomendable calentar tus manos con crema o aceite para que la conexión sea lo más cálida posible. Lo mejor será que las cremas y aceites corporales estén elaborados con productos naturales para evitar que puedan irritar la piel del bebé.
Una vez preparados, solo tendrás que ir recorriendo el cuerpo del bebé aplicando pequeños círculos con un poco de presión. Puedes empezar por los pies, ir subiendo por las piernas, por la barriguita alternando los movimientos hacia arriba y hacia abajo para calmar la barriga que se congestiona con mucha facilidad, etc. Cuando hayas terminado el masaje relajante corporal, viste al bebé para que no le coja el frío y comienza con el masaje facial. Desliza con suavidad las yemas de los pulgares desde el centro de la frente hacia las mejillas, pasando por la barbilla.
Cuando notes que tu bebé está completamente relajado, finaliza el masaje con suavidad, cúbrelo con su mantita y ya estará listo para dormir largo y tendido.
Repite estas rutinas a diario. Poco a poco, tu bebé irá siendo capaz de incorporar todas estas rutinas que indican que llega la hora de dormir.