Superando retos
36 meses
Superando retos
El niño ya tiene tres años. Su mundo se amplía y se produce un estallido de curiosidad por todo. A partir de ahora es una personita con una visión de lo que le rodea muy particular.
Nuevas habilidades
Durante el desarrollo del bebé aparecen nuevas habilidades…
Es el momento de ir descubriendo nuevas habilidades por el mismo
Su capacidad de aprendizaje en este momento es increíble
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Deja que sea él mismo quien consiga superar sus pequeños retos. Cuando los consiga hazle ver que lo ha hecho bien y lo orgullosa que estás de él
Sueño: el monstruo del armario
A esta edad, por lo general, los niños duermen unas doce horas por la noche. Si todavía tiene dificultad para dormir sin interrupción, quizá sea el momento de averiguar cuál es la razón de que ocurra.
Recuerda que son muy importantes los últimos momentos del día para asegurarle al niño la tranquilidad y la calma necesaria.
Es normal que despierte con alguna pesadilla. A un niño de esta edad le cuesta mucho distinguir entre la realidad y la fantasía.
Debes escuchar sus temores y pesadillas y ayudarle a dar a sus historias un final feliz.
Las pesadillas son en general sanas, ya que ayudan a tu pequeño a regular su estrés.
Si en algún momento consideras que son demasiado violentas, asegúrate de que no está expuesto a un exceso de estimulación a través de la televisión, por ejemplo
Comunicación: Ya lo entiende todo
A los tres años su capacidad de comprensión es muy grande.
No tendrás ningún problema para explicarle que te marchas un momento y que volverás enseguida.
Podrás incluso razonar con él en algunas cosas.
Es capaz de componer frases cortas, puede nombrar objetos que le rodean y, lo más importante, lo hace de forma bastante clara.
Si se relaciona con otros niños, observarás que amplía su vocabulario rápidamente.
Cognitivo: Ya tiene opinión
A esta edad ya no es un bebé al que se pueda trasladar de un sitio a otro sin contar con él. Todavía es un pequeñajo, pero ya tiene opinión, le gusta manifestarla y es bueno fomentarla.
Hazle elegir entre dos cosas o pregúntale sobre algo que le haga pensar, ayudará a desarrollar su independencia.
Hay que permitirle hacer cosas solo, incluso cosas que él sepa que implican cierta confianza en él, por ejemplo, llevar los platos a la mesa.
Relaciona lo que hizo hace dos días con lo que podrá hacer mañana, es decir, puedes hacer planes.
Ya es capaz de entender conceptos como lo que está bien y lo que no, lo que es justo o injusto.
Empieza a ser consciente de los sentimientos de los demás, especialmente de los tuyos.
Habilidades motrices: Un torbellino
En este tercer año ya no puede parar.
Cualquier ocasión es buena para ejercitar sus piernas o para llevar a cabo nuevas habilidades.
Después de alcanzar un reto, de inmediato intentará hacer algo más difícil.
Te darás cuenta, sobre todo, cuando, a la hora de bañarlo, veas las marcas de sus aventuras. Estas son inevitables, forman parte de su aprendizaje.
Aprendizaje: Los retos
El juego es para los niños una plataforma de aprendizaje, en el que poner en práctica el mundo real que observan y con el que comprenderlo mejor.
Les encanta jugar a los personajes, disfrazándose e identificando muñecos con personas.
Les llamará muchísimo la atención las diferencias fisonómicas entre niños y niñas.
Para los niños el aprendizaje supone una serie continua de retos, a los que deben hacer frente ellos solos. Tras la frustración de no poder hacer algo, viene un mayor ímpetu y decisión.
Es difícil para los padres quedarse inmóviles ante ese niño que está intentando ponerse el cinturón al revés, pero es su reto y lo debe conseguir él.
El papel de los padres en este momento es el de darle su aprobación y alabarlo cuando lo consiga.