Cómo hacer tus desayunos ligeros para empezar el verano
Ahora que comienza el buen tiempo nos apetece cambiar los calentitos desayunos de invierno por desayunos ligeros y más frescos. No se trata solo de desayunos más ligeros en calorías, también en aspecto. Porque cuando llega el calor, nos apetece variar la alimentación.
No hace falta renunciar a desayunos apetitosos para tener desayunos ligeros y fáciles, que a veces nos da mucha pereza o creemos que son una difícil elaboración.
Recordemos que el desayuno es la comida más importante del día. Es cierto que hay muchas personas que, nada más levantarse, no son capaces de desayunar o que solo toman un café o algo similar. Sin embargo, es importarte aportarle al cuerpo energía diaria que necesita desde primera hora. Por eso, aunque sea esperando un lapso de tiempo al levantarnos, es necesario que nuestro cuerpo reciba desayunos ligeros y saludables.
Vamos a ver a continuación unos tips para aligerar el desayuno sin renunciar a un desayuno riquísimo y apetitoso, así como un desayuno sencillo.
¿Qué debe contener un desayuno equilibrado y saludable?
Lácteos
Hay desayunos que parecen estar aceptados como genéricos: un café con leche o un vaso de leche con cacao. Hay quien desayuna té y le incluye leche para tener esa ración de lácteos.
Sin embargo, hay otras opciones, como un yogur natural. El yogur natural, para ser realmente natural, solo debe contener leche y, si queremos endulzarlo, podemos añadirle mermeladas o confituras con cero azúcares añadidos. De esta forma estaremos añadiendo azúcares presentes de forma natural en la fruta de forma saludable.
También podemos elegir como lácteo el queso. Un queso tierno es una buena opción para ingerir lácteos, ya que son una fuente importante de proteínas. Recordemos que las proteínas son una fuente de energía muy importante para nuestro cuerpo. Por lo que ingerirlas por la mañana hará que tengamos la energía en alza desde por la mañana y la vayamos desgastando a lo largo del día, para llegar por la noche a la cama con los niveles de cansancio adecuados. Porque igual que el desayuno es la comida más importante del día, el buen sueño es vital para nuestro cerebro y nuestro cuerpo.
Cereales
La importancia de los cereales radica principalmente en su alto contenido en hidratos de carbono, por lo que aportan mucha energía.
Podemos creer que los hidratos hay que eliminarlos para tener un desayuno ligero y saludable. Sin embargo, no es así: igual que sucede con las proteínas provenientes del huevo o de los lácteos, los hidratos que nos aportan los cereales son necesarios. Una rebanada de pan con mermelada o un tazón de cereales logrará que tengamos el cuerpo preparado para empezar el día.
Es importante tener muy presente que un desayuno debe ser equilibrado y contener energía. Que la intensidad de comida debe ir disminuyendo con el avance del día para llegar a una cena ligera que nos permita descansar.
Recuerda consumir de forma preferente cereales integrales, ya que suponen un aporte de fibra muy importante en el desayuno - además de otros micronutrientes.
Fruta
Acompañar el desayuno con una pieza de fruta hace que sea la mezcla definitiva para obtener la fibra, vitaminas y otros compuestos bioactivos necesarios. Podemos hacernos un zumo o un batido (aquí encontrarás algunas recetas de smoothies deliciosas y sencillas), o simplemente tomar una pieza de fruta de temporada y disfrutarla - además de ser un buen snack si queremos picar entre horas.
