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Bebés y música clásica: ¿mito o realidad?

Está demostrado que la música aporta múltiples beneficios en cualquier etapa del desarrollo, tanto a los recién nacidos como los adultos, pero ¿Qué hay de cierto en que escuchar música clásica hace a los bebés más inteligentes?

Vamos a explorar los mitos y realidades sobre este tema y la relación que hay entre la música clásica y el aprendizaje o su uso en la estimulación temprana de los bebés. 

El mito de "el efecto Mozart" 

El término de “El efecto Mozart” para referirse a un mayor desarrollo de la inteligencia o un más rápido desarrollo cognitivo aparece en 1991 tras la publicación del libro Pourquoi Mozart del otorrinolaringólogo francés Alfred A. Tomatis. En él, el investigador hace un estudio exhaustivo de las cualidades terapéuticas de la música de Mozart durante todas las etapas de la vida, y afirmaba que esta tenía efectos terapéuticos y promovía el desarrollo cerebral.  

Más tarde, en 1993, la psicóloga Frances Rauscher publica en la revista Nature las conclusiones de varios estudios en el que los sujetos, tras escuchar la sonata para dos pianos (K448) de Mozart durante 10 minutos, obtenían mejores resultados en test de razonamiento espacial. 

Este estudio se hace incluso con ratones, siendo los ratones que han escuchado música clásica más rápidos y certeros a la hora de resolver un laberinto.  

Estudios posteriores, como el de Don Campbell y su libro “The Mozart Effect” basados en esa premisa, empezaron a popularizar el término, y a formar un negocio en torno la venta de recopilaciones musicales y libros. Poco después, a principios de los 2000 se puso al descubierto que se exageraron las conclusiones de todos estos estudios con fines lucrativos y la propia investigadora Frances Rauscher, en conferencias posteriores, deja claro que no hay evidencia científica de que escuchar ningún tipo de música incremente la inteligencia. 

La influencia de la música en el desarrollo de los bebés 

Por otro lado, se han hecho varios estudios sobre la música y las emociones desde el punto de vista de la neurociencia, pudiendo observar que la música es capaz de modular la actividad cerebral de las estructuras que están estrechamente relacionadas con el control de las emociones.  

Cuando hablamos de bebés, una exposición temprana a la música se relaciona con la estimulación sensorial y el aprendizaje. Los recién nacidos muestran una respuesta límbica a la música y un bebé de 5 meses es capaz de divertirse moviéndose al compás de la música. 

Beneficios de la música clásica para bebés 

Aunque no esté probado que la música vaya a tener una relación directa con la inteligencia de tu bebé, sí que se respalda con datos la idea de que la música les ayuda a regular las emociones, así como a poder usar mejor sus habilidades cognitivas, pudiéndose concentrar mejor en lo que están haciendo.  

Otros beneficios asociados al efecto que la música produce en el cerebro infantil están relacionados con la activación de la corteza cerebral, implicada en el procesamiento espacio-temporal, que puede provocar beneficios como:  

  • Aumento de la capacidad de memoria, atención y concentración.  

  • Mejora de la habilidad para resolver problemas de razonamiento, como los matemáticos.  

  • Introduce a los bebés a los sonidos y significados de las palabras.  

  • Estimula la creatividad y la imaginación infantil.  

  • Brinda la oportunidad de que los bebés interactúen entre sí y con los adultos a través del ritmo.  

  • Al combinarse con el baile estimula el equilibrio, la propiocepción y el desarrollo muscular.  

  • Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto. 

En un estudio en la Universidad de California en el año 2000 se estudió una población de 3 a 6 años, que se dividió en dos grupos. Al primer grupo se le asignaron más horas de estudio en la asignatura de matemáticas, y al segundo grupo se le asignaron más horas de estudio en música. Sorprendentemente, el segundo grupo tenía un porcentaje mucho más elevado en respuestas correctas cuando se les aplicaba un test de matemáticas. 

Creando un ambiente musical para los bebés 

Además de como acompañamiento al juego, puedes incorporar la música en el día a día para ayudar a afianzar las rutinas del bebé y los cambios de actividades. Una música suave que cuando la ponemos quiere decir que recogemos los juguetes y vamos al baño, o una canción de música clásica para bebés que indique que se acerca la hora de dormir y asocie con la relajación y el momento de dormir.  

Selecciona piezas adecuadas para lograr un ambiente sonoro enriquecedor y también adecuado a la actividad que se va a realizar, podemos tener música clásica suave para la hora del cuento, o ritmos que le estimulen a moverse cuando es momento de juego.  

Otros tipos de música y la individualidad del bebé 

Cada bebé es único y puede responder de forma diferente a diversos tipos de música, teniendo en cuenta que la música en general, y no únicamente la música clásica, es un estímulo positivo para tu bebé, experimenta con diferentes géneros y estilos para descubrir que funciona mejor en tu caso.