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¿A qué edad empiezan las rabietas y cómo gestionarlas?

A medida que tu bebé va creciendo, es normal ir pasando por diversas fases de su desarrollo afectivo y emocional. La época de las rabietas o berrinches es una de esas fases, que puede parecernos muy intensa y complicada. Normalmente, ocurre entre el primer y el tercer año, pero ten en cuenta que es una fase totalmente normal.

En este artículo vamos a darte algunas claves para comprender esta etapa, e incluso las rabietas extremas en niños. Te queremos proporcionar una guía para gestionar de forma positiva las rabietas, y acompañarle en esos momentos. 

¿Por qué los niños sufren rabietas? 

Es importante que tengas siempre en cuenta que los niños y niñas pequeños no quieren enfadarte. Y que un berrinche no es una forma de chantaje para conseguir algo. Es un comportamiento natural y una fase en la que empezarán a adquirir y entender las herramientas necesarias para la comunicación de las emociones.  

Las rabietas son la única formar de comunicarse que conocen cuando no tienen el vocabulario necesario para expresar sus sentimientos, puede ocurrir ante una limitación o frustración. 

Si tu peque siente cansancio, hambre, o se encuentra mal, es también más probable que su umbral de frustración sea más pequeño. Y que una situación que podría controlar en otro momento termine en una rabieta.  

La constancia y la rutina son tus aliados. Si tu bebé sabrá qué esperar, podrá anticiparse a lo que va a ocurrir, sin que eso le enfade o darle la opción de negarse.  

Ofrécele opciones antes que negativas. Si se siente independiente en muchas áreas, será más fácil que no pelee por las normas obligatorias. 

Aspectos que quieren conseguir los niños a través de las rabietas 

La frustración suele aparecer normalmente por no conseguir algo, bien por sus propias limitaciones o bien por ser un objeto material que no pueden obtener. 

Puedes anticiparte a las rabietas de tu peque si eres consciente de lo que quieren conseguir:  

  • No le des juguetes o materiales que sean demasiado avanzados para su edad. Usa materiales manipulativos que le permitan un juego libre e imaginativo más que juguetes con piezas encajables o que le requieran acciones muy concretas. 

  • Si tu hijo quiere algún producto que no le puedes dar cuando salís de compras, evita pasar por las áreas con estas tentaciones. Lleva una alternativa para ofrecerle como un snack saludable si tiene hambre.  

  • Puede que tu peque quiera empezar a hacer cosas por sí mismo, como vestirse o comer. Déjale lograr pequeñas cosas para las que tenga habilidad, como ponerse la chaqueta o abrochar el velcro de los zapatos.  

Si a la hora de comida quiere alimentarse solo, y se enfada cuándo le das la comida, prueba tener fruta cortada a su alcance para que la vaya cogiendo, o dejarle también coger comida a él con una cuchara mientras tú le das los purés. Otra opción puede ser probar el baby-led weaning mixto.  

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¿A qué edad empiezan las rabietas? 

Generalmente, suelen aparecer una vez cumplido el primer año, y ser más intensas en el período entre los dos y tres, para disminuir o desaparecer totalmente sobre los cuatro años.  

Es común también que los peques de entre uno y tres años deseen tener más independencia y control sobre sí mismo y su entorno y querer hacer cosas solitos. 

¿Cómo debemos gestionar las rabietas de los niños? 

Lo más importante es mantener la calma. Aunque muchas veces no sea fácil. Gritarle va a empeorar las cosas. Hablarle despacio y con tranquilidad puede hacer que replique nuestro comportamiento.  

No intentes razonar hasta que termine la rabieta. Intenta distraerle u ofrecerle alternativas. Si le has pedido que haga algo, prueba a ofrecerle tu ayuda y hacerlo juntos.  

Puede también funcionar hacer una mueca o algo divertido. Haz respiraciones profundas y despacio a su lado para que te imite. 

Una vez tu peque se ha tranquilizado, hazle saber lo contenta que estás por poder ya hablar con él y explícale lo que ha ocurrido. Si cedes frécele alternativas si es necesario. 

Las rabietas extremas en niños pueden venir de la mano de comportamientos destructivos o peligrosos para los demás o él mismo. En esos casos detén el comportamiento sosteniendo a tu peque físicamente hasta que se calme. Si estás en casa, elige un lugar para dejarle que exprese su berrinche sin distracciones, como en una cama o en el suelo del pasillo y aléjate unos pocos minutos para darle espacio a que se calme.  

En cualquier caso, busca ayuda si ves que las rabietas empeoran pasados los cuatro años, si contiene la respiración hasta desmayarse, o si se lesiona.