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El plato de Harvard para niños

Seguramente todos hayamos escuchado hablar en algún momento de nuestra vida de la famosa pirámide de alimentos, pero… ¿Alguna vez hemos oído el concepto Plato de Harvard? ¡Veamos qué es!

¿En qué consiste el Plato de Harvard? 

El Plato de Harvard, también conocido como Plato para Comer Saludable, fue creado por los expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, de ahí su nombre. Este “plato” consiste en una guía para crear comidas saludables y equilibradas, independientemente de si se van a servir en un plato o si se preparan para llevar y tomar fuera. Busca combatir el problema de la obesidad y sobrepeso que está alcanzando cifras alarmantes y que ha provocado que la OMS lanzase voz de alarma.
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Esta guía visual refleja cuál debe ser el contenido del plato para mantener una dieta saludable y equilibrada. Tal y como se refleja, la mitad del recipiente debe estar ocupado por alimentos de origen vegetal, una cuarta parte por proteínas procedentes de legumbres, carnes rojas, aves o pescado, y el 25% por cereales integrales. Otras recomendaciones que aporta, son las de beber agua, usar aceites de calidad y realizar actividad física.  

Además, limita el consumo de carnes rojas y queso, además de embutidos, lácteos (no superar las 2 raciones diarias) y el zumo (no se recomienda tomar más de 1 vaso pequeño al día).  

Una de las ventajas de este método, es que no es necesario contar calorías, lo que para la mayoría de dietistas y nutricionistas, supone una forma para enseñar a comer de forma equilibrada.  

Además de la guía para adultos, la Escuela de Salud Pública de Harvard ha desarrollado una guía visual para niños, para ayudar educar y motivar a los peques a comer bien y  moverse. La imagen se compone de ejemplos de las mejores opciones para comidas y otros snacks, además de simular las proporciones recomendadas que debemos incluir en nuestro plato.  

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El mensaje que busca trasmitir el Plato de Harvard es que lo importante es enfocarse en la calidad de la dieta. Por ello, comparte una serie de indicaciones como: 

  • La calidad de los carbohidratos que tomemos será más importante que la cantidad. Esto se debe a que algunas fuentes de carbohidratos son más sanos que otros. 

  • Escoger granos integrales e intactos, como el trigo integral, la cebada, la quínoa, la avena o el arroz integral, ya que tienen un efecto más moderado en la azúcar en sangre que aquellos que no lo son. 

  • Se recomienda evitar las bebidas azucaradas, ya que tienen poco valor nutricional.  

  • Propone consumir aceites saludables, como el aceite de oliva virgen extra, y no delimita un porcentaje de calorías de fuentes saludables de grasa que se deben tomar al día. 

  • Incorporar color y variedad en la mitad del plato que debe constar de vegetales, remarcando que las patatas no cuentan como vegetal. 

  • Limitar las carnes rojas y evitar carnes procesadas. Entre las fuentes de proteína recomienda el pescado, el pollo, las legumbres y las nueces. 

  • Limitar la leche y productos lácteos a una o dos porciones al día, y tomar agua, café o té. En el caso de los niños, la leche es una fuente de calcio y vitamina D, y la cantidad óptima todavía no está determinada. En aquellos niños que limiten o eviten el consumo de leche, será necesario consultar con el profesional de la salud si es necesario un suplemento de calcio o de vitamina D.  

  • Realizar actividad física. La figura roja que aparece en el Plato de Harvard es la encargada de recordar que es muy importante tener cierta actividad física para controlar el peso. En el caso de la guía para niños, encontraremos unas zapatillas rojas en vez de la figura roja.  

El Plato de Harvard es la base para ayudarnos a tomar mejores decisiones sobre nuestra alimentación y para coger buenos hábitos alimenticios desde pequeños.  

Tener presente esta guía alimenticia cuando empecemos con la alimentación complementaria de nuestro peque nos será muy útil para preparar unos platos sanos y equilibrados desde una pronta edad. Además, siempre podemos complementar los alimentos sólidos con los distintos tarritos de Hero Baby. Estos tarritos reúnen el esfuerzo, conocimiento e investigación en nutrición pediátrica de todo un equipo formado por expertos. Cada tarrito garantiza la calidad y el equilibrio nutricional, haciéndolos un alimento muy sabroso y nutritivo.  

El plato de Harvard vs la Pirámide alimenticia: comparamos ambos métodos 

La pirámide alimenticia es la guía alimentaria más conocida debido a que fue diseñada por la OMS y a que actualmente se sigue usando. En ella podemos ver algunos consejos muy interesantes como por ejemplo el de realizar al menos una hora diaria de actividad física o consumir entre 4 y 6 vasos de agua al día.

Sin embargo, cuenta con algunos elementos contra los que los nutricionistas llevan muchos años reivindicándose, como por ejemplo, el hecho de incluir harinas refinadas en la base de la pirámide. Estos tipos de harinas son pobres en micronutrientes, proteínas y fibra y aportan una cantidad enorme e innecesaria de carbohidratos, si tenemos en cuenta el sedentarismo al que tiende la población.  

La pirámide también incluye otros productos como bebidas alcohólicas, bollería, dulces y embutidos, y no refleja lo suficiente aquellos alimentos más saludables y recomendados, como el pescado, huevos o frutos secos. Aunque esta guía ha sido actualizada en diversas ocasiones, sigue manteniendo ciertos aspectos que deberían ser corregidos.  

Si comparamos el Plato de Harvard vs la Pirámide Alimenticia, el primero en vez de hablar de ingestas semanales, hace recomendaciones en relación a cada comida, siendo estas más claras y concisas, y priorizando las verduras y hortalizas frente a los cereales. Además, el Plato de Harvard cuenta con una potencia visual muy importante, ya que es mucho más sencillo pensar en platos a la hora de comer que en pirámides, algo que ha contribuido sin duda a su gran popularidad.  

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En la clásica pirámide alimenticia, por ejemplo, los productos como los dulces azucarados y las grasas trans, aparecen como de consumo ocasional, pero sin embargo, no están mencionados ni representados en el Plato de Harvard.  

El gran cambio viene en que la pirámide la base la forman los alimentos con carbohidratos, incluyendo pan blanco y las patatas, pero, en cambio, en el plato de Harvard la principal porción, que sería la base de cada comida, está destinada a las frutas y verduras, ocupando entre esos dos grupos el 50% del plato, siendo la parte principal de la alimentación.  

El plato de Harvard anima al consumo diario de grasas “buenas” como el del aceite de oliva, del pescado o de lo frutos secos mientras recomienda que no se consuman grasas trans ni saturadas.  

Llevar a cabo una alimentación equilibrada desde una edad muy temprana es fundamental para desarrollar y mantener buenos hábitos alimenticios durante la adultez. Es tarea de los papás y mamás, asegurarse de que sus peques toman una alimentación de calidad, equilibrada y acorde a su desarrollo. Por ello, ante cualquier duda, siempre recomendamos acudir al profesional de la salud para que ayude a marcar pautas más adecuadas.  

Si a tu peque se le resisten las frutas y verduras puedes leer nuestros trucos para que tu hijo coma fruta y verduras y jugar siempre en el plato a presentar variedad de colores y formas.