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Tips para reducir los cólicos y otros dolores durante el embarazo

Si estás embarazada y en algún momento has sentido o sientes alguna molestia o dolor en el abdomen (en uno o en ambos lados), puede que estés experimentando cólicos del embarazo, algo muy normal durante esta etapa como resultado de los cambios hormonales que se producen mientras tu bebé se desarrolla. ¿Quieres saber qué son exactamente, por qué suceden y cómo tratarlos o aliviarlos? Te lo contamos aquí abajo, ¡sigue leyendo!

Cólicos en el embarazo, ¿qué son? 

Los cólicos o calambres son esos dolores molestos en el vientre y el abdomen que suelen formar parte de lo que significa estar embarazada. Normalmente, se producen cuando el útero se expande durante la gestación, provocando que los ligamentos y los músculos que lo forman se estiren, causando esas molestias abdominales.  

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Causas de los cólicos 

En el segundo trimestre, una causa muy común de los cólicos es el dolor del ligamento redondo. Por si no sabes lo que es esto último, el ligamento redondo es el músculo que soporta el útero, al estirarlo puedes sentir un dolor agudo y punzante en la parte inferior del abdomen.  

Otras causas frecuentes que ocasionan estos cólicos y calambres pueden ser tener gases e hinchazón del vientre, sufrir de estreñimiento o las relaciones sexuales. ¿Has tenido o tienes estos dolores o has sentido algo parecido? Si respondes de manera afirmativa, debes saber que si te ocurre de modo leve y solo de vez en cuando, probablemente no supondrá nada de lo que debas preocuparte. Así que, tranquila.  

¿Cómo tratar los cólicos durante el embarazo? 

¿Qué puedes hacer para aliviar los cólicos y calambres durante esta etapa? ¡Buenas noticias! Hay algunas cosas que puedes hacer tú misma para anticiparte y prevenirlos, como por ejemplo: 

  • Cuando empieces a notarlo, siéntate, acuéstate o cambia de posición. 

  • Colócate en la zona donde te duela una bolsa de agua caliente o almohada eléctrica, aplicar calor en la zona viene bien para aliviar el dolor.  

  • Si puedes, prepárate un baño caliente y sumérgete un rato en el agua. ¡Seguro que notas cierto alivio! 

  • Intenta hacer algunos ejercicios de relajación.  

  • Trata de beber mucho líquido.  

Sin embargo, si ves que haciendo todo esto, el dolor o la molestia no se disipan o experimentas los siguientes síntomas, es mejor que acudas enseguida a tu consulta médica: 

  • El dolor fuerte no desaparece. 

  • Tienes dolor abdominal bajo, acompañado de contracciones. 

  • Tienes calambres vaginales, sangrados, secreciones, síntomas gastrointestinales y mareos. 

  • Además de calambres, sientes dolor en el hombro o el cuello. 

Otros dolores habituales 

Como tu cuerpo va a pasar por muchos cambios durante el embarazo incluyendo tus hormonas, es perfectamente normal que notes molestias y dolores que quizás no habías experimentado antes. Algunos de los más comunes durante esta etapa son: 

  • Dolor de cabeza: es muy importante que antes de tomar medicamentos consultes con tu médico/ginecólogo cuáles puedes tomar de forma segura. También puedes probar con técnicas de meditación y relajación. 

  • Entumecimiento y hormigueo: conforme tu útero va creciendo, este puede ejercer presión sobre las piernas y causar una sensación de hormigueo (alfileres y agujas) en tus piernas y pies, y quizás en las manos y los dedos, sobre todo por la mañana. No te preocupes, es normal y desaparecerá después de que dés a luz o algunas semanas o meses después.  

  • Dolor de espalda: tu estado tensiona tu espalda y tu postura, por lo que para evitar los dolores de espalda puedes mantener una actividad física regular como caminar y estirarte de forma frecuente, llevar zapatos de tacón bajo, dormir de lado con una almohada entre las piernas, no permanecer de pie durante mucho tiempo, flexionar las rodillas para agacharte, no cargar con cosas pesadas, evitar aumentar mucho de peso, aplicar calor o frío en la parte de la espalda que duele, pedirle a alguien que te masajee esa parte dolorida y hacer ejercicios específicos para la espalda pautados por tu médico o fisioterapeuta.  

  • Dolores y molestias en las piernas: el peso de tu bebé junto con la bolsa y otros líquidos que cargas durante el embarazo puede hacer que te duelan las piernas y la espalda. Además, tu cuerpo produce una hormona que relaja los ligamentos para prepararlo de cara al parto, por lo que es fácil que estos ligamentos se lesionen, especialmente en la espalda, así que ten cuidado al levantar alguna cosa y al hacer ejercicio. Para los calambres en las piernas puedes estirarlas un poco antes de acostarte para reducirlos.  

La importancia de la alimentación durante el embarazo 

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Durante estos meses de espera, que te alimentes y nutras bien es más importante que nunca. Vas a necesitar una mayor cantidad de muchos nutrientes vitales que antes de quedarte embarazada, ya que ayudarán a que tu bebé se desarrolle de forma saludable y óptima. ¿Qué necesidades nutricionales especiales tienes ahora que estás embarazada? Toma buena nota: 

  • El ácido fólico es imprescindible porque ayuda a prevenir defectos del tubo neural. Antes de quedarte embarazada necesitarás 400 microgramos al día, durante el embarazo y la lactancia 600 microgramos. Como es difícil obtener esta cantidad solo de alimentos, tendrás que tomar un suplemento de ácido fólico. 

  • Hierro, fundamental para el crecimiento y desarrollo cerebral de tu bebé (mientras estás embarazada la cantidad de sangre en tu cuerpo aumenta, por lo que tanto tú como tu bebé necesitarás más cantidad de hierro, unos 27 miligramos al día. 

  • El calcio es útil para reducir el riesgo de preeclampsia (una condición grave que provoca un aumento repentino de la presión arterial), además también servirá para fijar los huesos y futuros dientes de tu bebé.  

  • La vitamina D ayuda al calcio en la formación de los huesos y dientes de tu peque, por lo que necesitarás 600 unidades internacionales de vitamina D al día.  

Además, necesitarás tomar más proteínas, por lo que deberás buscarlas en fuentes saludables como verduras, carne y pescado: frijoles, guisantes, huevos, carnes magras, mariscos y nueces y semillas sin sal. Es muy importante que, además, mantengas una buena hidratación, así que bebe suficiente agua y líquidos todos los días.  

¿Hay algunos alimentos a evitar mientras estás embarazada? Sí, existen ciertos alimentos y sustancias que no deberías consumir para garantizar el buen desarrollo y crecimiento de tu bebé como: 

  • Alcohol: no se ha determinado ninguna cantidad conocida de alcohol que sea segura para una mujer embarazada. 

  • Pescado que pueda tener niveles altos de mercurio (limita el consumo de atún blanco, evita comer tiburón, pez espada, caballa o blanquillo). 

  • Productos que pueden tener gérmenes que causan enfermedades como: 

  1. Embutidos (a menos que se sirvan calientes). 

  2. Pescado blanco, salmón y caballa ahumados. 

  1. Productos untables de carne refrigerada, leche o zumos sin pasteurizar, ensaladas preparadas (de pollo, huevo o atún). 

  1. Quesos blandos sin pasteurizar (feta, brie, blanco, fresco y azules). 

  1. Brotes crudos de cualquier tipo (alfalfa, trébol, rábano y frijol mundo). 

  • Demasiada cafeína: es mejor que consumas cantidades pequeñas o moderadas de cafeína (máximo 1 taza por día).